sábado, 11 de junio de 2011

el trabajo....ese lugar de una

Cuando comenzamos una actividad que no poseemos experiencia, todo es novedad, temor, dudas. Luego nos afianzamos en ella, aprendemos, escuchamos, nos enriquecemos. Pero que pasa cuando la realizamos por mucho tiempo ? Nos organizamos, minizamos errores, nos confiamos. Y luego? parecería que hay una etapa que nos satura el tener siempre la guardia en alto, y tenemos la tentación de buscar otros horizontes ( persevera...persevera para poder disfrutar las mieles de lo producido)....y después la etapa casi diría de pertenencia: uno pertenece a ella. Es decir, no me imagino una primavera sin ver mis abejas, que floración tenemos, si viene atrasada la temporada, si tienen cría, etc, etc.. La cosecha ( !que calor!) pero que placer ver fluir la miel .
Y el otoño? viene frío,? Lluvioso? las tengo que curar, abrigar y evaluar. En fin creo que ha esta altura tenemos un amor correspondido: las abejas y yo.